EL VENERABLE
PADRE PEDRO URRACA
El Venerable Padre Urraca nació en Jadraque – España, en el año de 1583. Muy joven pasó a América, pues tenía un hermano sacerdote franciscano, y, al perder a sus padres, su hermano le llevó a Quito. Pronto ingresó en el seminario San Luis, de esta ciudad. Un sábado que regresaba al Seminario después de visitar a su hermano en San Francisco, entró en la iglesia de la Merced y encontró que se cantaba la tradicional “Salve Mercedaria”, a la que asistió con mucha devoción. Al terminar la Salve vio que la taumaturga imagen de la Virgen que se venera en dicha iglesia bendecía, al pasar, a cada religioso y a él le hizo señas de que siguiera a la comunidad, así lo hizo y el Padre superior le Preguntó: ¿quieres ser hijo de la Santísima Virgen? él le respondió que sí, y desde aquella tarde se quedó en la Comunidad. Joven de mucha oración, de trato íntimo con Dios, de gran amor para con el prójimo, particularmente con los pobres, los indios y los morenos. El Lcdo. Alejandro Carrión le califico de “Andarín Apostólico” y dice de él: “los campesinos veían al joven fraile vestido de blanco, avanzando, con la alforja al hombro y la mano en el bordón. Afable, amigo de todos, iba derramando simpatía. Pedía limosna, no para enriquecerse ni para enriquecer a su Orden sino para dar libertad a los cautivos”.
Poco después que se ordenó de subdiácono los superiores lo trasladaron a la Recolección mercedaria “de Belén” en Lima. Allí continuó cultivando las grandes virtudes cristianas, la humildad, la penitencia, la caridad. Se ordenó de sacerdote en 1610 de dedicándose, sobre todo, a la predicación, particularmente de los pobres y a la misión del confesionario. Regresó a España en 1621 con el deseo de pasar al África y redimir cautivos, los superiores no le enviaron al África, y después de siete años regresó a Lima donde Incrementó el cultivo del bien, su perfección cristiana y la caridad con los necesitados. Su muerte acaeció el 7 de agosto de 1657 después de una larga enfermedad, que no le impidió continuar trabajando, particularmente en la dirección espiritual de las almas. La Santa Sede declaró la heroicidad de las virtudes el 31 de enero de 1981 y sus innumerables devotos, especialmente de Lima, desean verle los altares y se encomiendan a su intercesión.
ORACIÓN PARA OBTENER LA BEATIFICACIÓN DEL VENERABLE PADRE PEDRO URRACA
Señor Dios nuestro, Uno en esencia, y trino en personas, ya
que tantas gracias y favores concedisteis a vuestro Siervo
Pedro, infundiéndole profundo amor hacia los misterios
adorables de la Trinidad, y la Pasión de vuestro divino Hijo
y excelsa pureza de María; concedednos, os lo rogamos por
vuestra infinita misericordia, el poder obtener de la S. Madre
la Iglesia que este vuestro siervo sea elevado a la gloria de
los Beatos y nos pueda servir de modelo en el amor hacia estos
sublimes misterios de nuestra Fe. Por Cristo nuestro Señor.